SEDE DOCE DE OCTUBRE
Estudiante: María Alejandra Mendoza Díaz                        Grado: 5to
Docente: Betty Cañizares     
Título del cuento: La paz en la ciudad
Había una vez una ciudad llamada Cúcuta, donde había gente con muchos problemas, eran envidiosos, había muchas riñas, robos, también se hurtaban carros, plata, celulares, cosas de valor, atracaban con armas, con cuchillos, con navajas y además discutían entre familia, esposos, hijos, hermanos, primos, tíos.
En los colegios no había orden, siempre existía la indisciplina, nadie era buena gente como en otras ciudades.
Un día un niño llamado Juan, quien era él que más mal se portaba en el colegio, al anochecer salió con su papá y se dieron cuenta de todo lo malo que sucedía en la ciudad, por eso Juan cuando se fue a dormir soñó que Cúcuta era una ciudad muy ordenada. Siempre había Paz, todas las personas dejaban las puertas abiertas porque no temían a que los ladrones fueran y les robaran todo. Los niños eran muy juiciosos en el colegio, tanto que parecían Santos, ni un solo señor tomaba nada, ni robaba. Además los adultos no eran corruptos, nadie hacia problema de nada, la policía estaba muy tranquila porque no tenían que capturar a nadie.
Al otro día, cuando todos estaban despiertos, Juan estaba muy contento con su sueño, se fue al comedor a desayunar, Juan les conto a sus padres el sueño que tuvo, pero sus padres no le dieron importancia. Después sus padres lo fueron a dejar al colegio y Juan les comenzó a contar primeramente a sus profesores, pero ellos no le dieron importancia. Pero entonces Juan no se rindió, les conto a sus compañeros, pero no le creyeron. Sin embargo cinco de ellos lo siguieron, porque, ellos querían que haya Paz en la ciudad. Los niños decidieron hacer reuniones para hablar de la Paz y hacerles entender a las personas que con esfuerzo era posible tener Paz en la ciudad llamada Cúcuta. Después Juan con ayuda de la creatividad que él tenía, hizo unas cartillas que hablaban sobre la Paz y entre todos comenzaron a repartirlas. Poco a poco las personas adultas se convencieron y empezaron a creer en la Paz.
      
Al final con el tiempo se fueron ganando a toda la ciudad y al fin Juan cumplió su sueño de ver a esa ciudad llamada Cúcuta como él se la imaginaba.